El Centro Asturiano de Madrid en su condición de institución sociocultural que cultiva las raíces propias de la tierrina y la apertura al mundo, la conservación de la rica tradición y la modernización, al igual que el fomento de valores universales, en un marco de respeto y defensa de la dignidad de la persona, de toda persona, pone especial empeño en hacer realidad el derecho a la igualdad entre mujeres y hombres.
Esta Casa Regional es consciente de la necesidad de promover la igualdad de género en todos los aspectos de la cotidianeidad institucional: búsqueda de condiciones favorables para la conciliación familiar, impulso de la participación de mujeres y hombres en los órganos directivos y consultivos, reconocimiento de personas a través de sus galardones, pertenencia de miembros de ambos géneros a las distintas Agrupaciones, sensibilización a través de conferencias, etc. Aunque consciente de que queda mucho por hacer el compromiso institucional con la igualdad es firme.
El Centro Asturiano de Madrid es en gran medida una institución familiar, una pequeña comunidad integrada por personas de todas las edades, un lugar de convivencia intergeneracional en el que se fomentan las relaciones cordiales entre sus miembros, cualesquiera que sean sus características, y con el exterior, particularmente con otras Casas Regionales, asturianas o no, pero también, dado su carácter cívico-social, con otras entidades y, por supuesto, con el conjunto de la sociedad.
En la búsqueda de un mundo mejor, más justo, fraterno y solidario, el Centro Asturiano de Madrid, en congruencia con su identidad, quiere que en su seno la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad, lo que supone consolidar logros e impulsar nuevos avances. No duda para ello en tener en cuenta experiencias propias o ajenas que hayan resultado efectivas ni en establecer nuevas actuaciones que hagan alcanzable el objetivo de la igualdad. Sabemos que la igualdad entre mujeres y hombres es un gran desafío de nuestros días y su conquista real nos concierne a todos. Es nuestro deber personal e institucional redoblar el compromiso con dicha igualdad. Esta declaración pretende ser un paso más, modesto, claro y sincero, en tan necesaria, prioritaria y justa meta.