El programa "Ni ogros ni princesas" de educación afectivo-sexual en adolescentes, promovido por el Principado de Asturias, ha sido reconocido por la Comisión Europea, como "mejor práctica en educación sexual para adolescentes", después de superar una auditoría externa.
Los ejes transversales son la salud y el placer, el fomento de la autoestima y la autonomía, la libertad de elección desde el conocimiento, la igualdad de mujeres y hombres, y el respeto a la diversidad sexual.