Los monasterios de Obona y Cornellana, que se sitúan en el llamado Carmino Primitivo, se resisten a a ruina y el olvido. El de Tineo está a la espera de un plan de recuperación que lleva años tramitándose, mientras que el de Salas está a la espera de partidas que no llegan a ejecutarse.
Los dos son joyas del patrimonio asturiano que esperan una reconstrucción que no llega.
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Foto: El Comercio